Sábado de descanso!
Aquí me tenéis un día más, pero hoy por fin puedo descansar porque es sábado. 💥💤
Como ya sabéis, durante el fin de semana no tengo prácticas y me dedico a estudiar tanto el sábado como el domingo para los exámenes de diciembre, que ya están a la vuelta de la esquina 😱.
Aún así, siempre os tengo algo preparado para que esto no pierda su esencia.
Hoy os voy a explicar cómo debe actuar una enfermera ante un paciente terminal. Esto tiene un por qué, y es que tenemos en planta un hombre de 50 años con metástasis al que ya le han retirado el tratamiento con quimioterapia.
Aumentar el confort y el bienestar del paciente y su núcleo familiar ante una situación de enfermedad terminal son los principales objetivos de los enfermeros que trabajan en cuidados paliativos. Los enfermeros ejercen un papel fundamental en la atención al paciente en sus últimos momentos para proporcionar alivio y disminuir el dolor y otros síntomas a los enfermos que tienen un pornóstico de vida inferior a seis meses.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió estos cuidados como el ''enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicológicos y espirituales''.
Un estudio publicado en una revista de enfermería, resalta la importancia de la enfermería para que esta atención se realice de la mejor manera posible. Según el informe, los cuidados paliativos son por completo necesarios con pacientes que presentan una enfermedad en situación terminal. Esto no quiere decir que solamente se deban practicar a personas geriátricas, sino también a personas que padecen una enfermedad avanzada, progresiva e incurable. En este sentido, los cuidados paliativos no sólo van encaminados al paciente, sino que incluyen a todo su entorno y le aportan un mayor grado de confort durante el transcurso de la enfermedad.
La calidad de las intervenciones enfermeras exige profundizar en los cuidados individualizados definidos en los términos propios del enfermo, especialmente cuando la enfermedad es persistente, irreversible y que conducirá en un tiempo determinado a la muerte.
La intervención enfermera con los cuidados se centra en potenciar sus capacidades, ayudarles a organizar su vida cotidiana de la mejor manera posible respetando la forma de hacer de cada núcleo familiar. La enfermera debe evitar dar listados de consejos estandarizados. Su primer objetivo es conocer al grupo familiar, sus características, sus aspectos más sanos para, a partir de ahí, construir conjuntamente el primer plan de cuidados.
En primer lugar, se recomienda tranquilizar al paciente y proporcionarle apoyo en situaciones de ansiedad o miedo para evitar la aparición de crisis y momentos estresantes. Fomentar técnicas de relajación ayudándose de unas condiciones ambientales idóneas (luz tenue, temperatura adecuada, ausencia de ruidos) es un buen ejemplo para conseguir que el paciente esté calmado. Asimismo, es imprescindible proporcionar una posición adecuada, semisentada en la mayoría de los casos, para favorecer la respiración del enfermo, mantener una hidratación correcta y conservar una humedad ambiental óptima con el fin de fluidificar las secreciones y favorecer su expulsión.
Siempre y cuando el estado del paciente lo permita, sería recomendable reazliar cambios posturales cada dos horas para evitar la aparición de úlceras por presión y favorecer la movilidad articular mediante ejercicios pasivos.
Para mejorar el estado nutricional, es necesario que los cuidadores adapten la alimentación a los gustos y situación del paciente, ofreciéndole platos pequeños con buena presentación, así como mantener una higiene bucal correcta, realizando un cepillado tras cada comida. También es importante vigilar la ingesta adecuada de líquidos e introducir alimentos que mejoran la salivación como el limón o la piña.
Los enfermeros deben recordar a los familiares que para prevenir o mejorar el estreñimiento se debe aumentar el aporte de fibra en la alimentación y para detener la diarrea hay que administrar dietas astringentes.
En cuanto al control del insomnio de los pacientes, es necesario administrar el tratamiento pautada por el personal facultativos y evitar factores ambientales distorsionantes, así como establecer un horario regular de sueño-vigilia.
Otro de los puntos importantes a la hora de cuidar a estos enfermos es el vestuario que deben ponerse, evitando las ropas ajustadas, siendo recomendables las prendas de algodón.
El paciente terminal puede presentar fiebre, sudoración, escalofríos e hipotermia, por lo que es necesario vigilar y controlar la temperatura del paciente. En el caso de que esta suba hay que poner en práctica medidas como la aplicación de paño fríos o la realización de baños con agua tibia después de 30 minutos tras la toma de los antitérmicos prescritos.
Como ya sabéis, durante el fin de semana no tengo prácticas y me dedico a estudiar tanto el sábado como el domingo para los exámenes de diciembre, que ya están a la vuelta de la esquina 😱.
Aún así, siempre os tengo algo preparado para que esto no pierda su esencia.
Hoy os voy a explicar cómo debe actuar una enfermera ante un paciente terminal. Esto tiene un por qué, y es que tenemos en planta un hombre de 50 años con metástasis al que ya le han retirado el tratamiento con quimioterapia.
Aumentar el confort y el bienestar del paciente y su núcleo familiar ante una situación de enfermedad terminal son los principales objetivos de los enfermeros que trabajan en cuidados paliativos. Los enfermeros ejercen un papel fundamental en la atención al paciente en sus últimos momentos para proporcionar alivio y disminuir el dolor y otros síntomas a los enfermos que tienen un pornóstico de vida inferior a seis meses.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió estos cuidados como el ''enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicológicos y espirituales''.
Un estudio publicado en una revista de enfermería, resalta la importancia de la enfermería para que esta atención se realice de la mejor manera posible. Según el informe, los cuidados paliativos son por completo necesarios con pacientes que presentan una enfermedad en situación terminal. Esto no quiere decir que solamente se deban practicar a personas geriátricas, sino también a personas que padecen una enfermedad avanzada, progresiva e incurable. En este sentido, los cuidados paliativos no sólo van encaminados al paciente, sino que incluyen a todo su entorno y le aportan un mayor grado de confort durante el transcurso de la enfermedad.
La calidad de las intervenciones enfermeras exige profundizar en los cuidados individualizados definidos en los términos propios del enfermo, especialmente cuando la enfermedad es persistente, irreversible y que conducirá en un tiempo determinado a la muerte.
La intervención enfermera con los cuidados se centra en potenciar sus capacidades, ayudarles a organizar su vida cotidiana de la mejor manera posible respetando la forma de hacer de cada núcleo familiar. La enfermera debe evitar dar listados de consejos estandarizados. Su primer objetivo es conocer al grupo familiar, sus características, sus aspectos más sanos para, a partir de ahí, construir conjuntamente el primer plan de cuidados.
En primer lugar, se recomienda tranquilizar al paciente y proporcionarle apoyo en situaciones de ansiedad o miedo para evitar la aparición de crisis y momentos estresantes. Fomentar técnicas de relajación ayudándose de unas condiciones ambientales idóneas (luz tenue, temperatura adecuada, ausencia de ruidos) es un buen ejemplo para conseguir que el paciente esté calmado. Asimismo, es imprescindible proporcionar una posición adecuada, semisentada en la mayoría de los casos, para favorecer la respiración del enfermo, mantener una hidratación correcta y conservar una humedad ambiental óptima con el fin de fluidificar las secreciones y favorecer su expulsión.
Siempre y cuando el estado del paciente lo permita, sería recomendable reazliar cambios posturales cada dos horas para evitar la aparición de úlceras por presión y favorecer la movilidad articular mediante ejercicios pasivos.
Para mejorar el estado nutricional, es necesario que los cuidadores adapten la alimentación a los gustos y situación del paciente, ofreciéndole platos pequeños con buena presentación, así como mantener una higiene bucal correcta, realizando un cepillado tras cada comida. También es importante vigilar la ingesta adecuada de líquidos e introducir alimentos que mejoran la salivación como el limón o la piña.
Los enfermeros deben recordar a los familiares que para prevenir o mejorar el estreñimiento se debe aumentar el aporte de fibra en la alimentación y para detener la diarrea hay que administrar dietas astringentes.
En cuanto al control del insomnio de los pacientes, es necesario administrar el tratamiento pautada por el personal facultativos y evitar factores ambientales distorsionantes, así como establecer un horario regular de sueño-vigilia.
Otro de los puntos importantes a la hora de cuidar a estos enfermos es el vestuario que deben ponerse, evitando las ropas ajustadas, siendo recomendables las prendas de algodón.
El paciente terminal puede presentar fiebre, sudoración, escalofríos e hipotermia, por lo que es necesario vigilar y controlar la temperatura del paciente. En el caso de que esta suba hay que poner en práctica medidas como la aplicación de paño fríos o la realización de baños con agua tibia después de 30 minutos tras la toma de los antitérmicos prescritos.
Pues esto es todo por hoy, gracias un día más por leerme. Buenas noches💓😘
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