Los receptores de sangre
¡Por fin jueves!
Hace dos semanas que empecé mi primera experiencia como enfermera. Desde entonces,
he puesto ya muchos concentrados de
sangre a varios de mis pacientes, por medio de un proceso conocido como
trasfusión sanguínea.
La trasfusión de sangre es un procedimiento
enfermero mediante el que administramos sangre o algún tipo de hemoderivado a
algún paciente, siempre por vía intravenosa. La sangre suministrada procede de
la donación altruista de otra persona viva del mismo grupo sanguíneo.
Los motivos más frecuentes por los que se realiza
la trasfusión son:
- Anemias
severas
- Volemia muy baja
- Incrementar
el transporte de oxígeno
- Compensar
la falta de algunos de los componentes sanguíneos
Este procedimiento está comprendido por las
siguientes fases:
2) Realización
de analítica sanguínea (a través de una vía periférica) para comprobar la
compatibilidad entre donante y receptor, así como su tipificación ABO y grupo
Rh.
Para llevarlo a cabo necesitaremos: suero salino
al 0.9%, filtro de sangre, guantes (no estériles) y gasas.
Es realmente importante que tanto antes de
empezar como al terminar la trasfusión, registremos la hora de inicio y final,
cambios en el paciente, firmas de los sanitarios que participaron en el
proceso, toma y registro de constantes vitales para asegurarnos que no existe
rechazo ni ninguna complicación.
En caso de que el paciente trasfundido tenga fiebre, pararemos de
trasfundir hasta que hablemos con el médico y confirmemos si podemos seguir con
el proceso o debemos darle antes antitérmicos que le bajen la temperatura y
cuando esto suceda, volver a iniciar la trasfusión.
Si es la tensión arterial la que aumenta, tenemos que reducir la velocidad
a la que le pasa la sangre, impidiendo que se acabase hasta que cumpliera las
tres horas desde que iniciamos la trasfusión.
A continuación os dejo un vídeo explicativo de cómo
se consigue y almacena la sangre y los componentes que le vamos a trasfundir a
nuestros pacientes:
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