La bella durmiente.

Buenas noches globulilloos

Aunque hoy es viernes, yo lo siento como si fuera sábado. Tengo que estudiar y sin embargo, me paso el día durmiendo, lo que me recuerda a una enfermedad del sueño que vi en un reportaje: el síndrome de la bella durmiente.

El síndrome de Kleine- Levin o de la bella durmiente, se caracteriza por dormir horas o incluso días sin interrupción.

Poder hacer esto es el sueño de muchas personas, sin embargo para otras hace que su vida se convierta en un infierno ya que, no sólo se relaciona con la hipersomnia, sino que también provoca grandes cambios en el comportamiento y en el estado de ánimo.

Se trata de un trastorno neurológico que conlleva a períodos de hipersomnia profunda, acompañados de variaciones cognitivas y conductuales.

Mientras la persona que la padece está despierta, puede presentar estados de hiperfagia e hipersexualidad, mezclados con actitudes infantiles y agresivas. También es frecuente que pueda llegar a tener alucinaciones.

Suele iniciarse durante la etapa adolescente, siendo más frecuente en el sexo masculino. Los síntomas pueden llegar a durar incluso semanas y a darse en repetidas ocasiones cada año. No obstante, en el tiempo que no padece episodios propios del síndrome, su sueño y comportamiento son normales.

A día de hoy, todavía no se sabe qué es lo que lo causa realmente, aunque sí se asocia con alteraciones en el funcionamiento del hipotálamo y del sistema límbico, así como de otras estructuras subcorticales relacionadas con la regulación del sueño y las emociones.

Tampoco se ha descartado la influencia de la genética, ya que en ocasiones varios miembros de la misma familia padecen esta enfermedad.

Al no conocer qué es lo que lo causa, es muy difícil encontrar un tratamiento que resulte completamente eficaz, por lo que se administran fármacos que resuelvan o reduzcan los síntomas que presenta cada individuo concreto. Por tanto, es muy frecuente el empleo de psicofármacos ya que ayudan en el control de las hipersomnias. Los estimulantes para incentivar la actividad, los antipsicóticos para las conductas agresivas y los antidepresivos, son medicamentos muy utilizados también para tratar el síndrome de la bella durmiente.

Es muy importante que se le ofrezca educación psicológica sobre su enfermedad y sobre cómo afrontarla, tanto al paciente como a las personas que lo rodean.

Con suerte, el síndrome de Kleine- Levin, tiende a desaparecer con los años.

A continuación os dejo el enlace de un reportaje sobre este síndrome:
https://www.youtube.com/watch?v=OeefdjIFoeo





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