Festivo!!

¿Cómo ha ido vuestro festivo? 

Durante mi jueves me he dedicado a recoger información sobre la técnica de punción lumbar que presencié esta semana. 

La punción lumbar se hace como bien dice su nombre, en la región lumbar. Consiste en introducir una aguja entre dos de las vértebras lumbares, con el objetivo de obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. 

Esta punción lumbar nos permite identificar de una forma sencilla, infecciones severas tales como una meningitis, trastornos del SNC como el síndrome de Guillain- Barré o incluso, esclerosis múltiple. También se pueden detectar distintos tipos de tumores cancerosos en el cerebro o médula espinal.

En general, esta técnica se hace para: 

- La extracción de líquido cefalorraquídeo para analizar. 

- Calcular la presión del líquido cefalorraquídeo. 

- Administrar anestesia raquídea, medicación de quimio y otros fármacos. 

Como todas las técnicas clínicas, la punción lumbar presenta ciertos riesgos, como pueden ser: 

- Cefaleas intensas posteriores a la técnica.

- Molestias y dolor en la zona lumbar que puede llegar a extenderse a la parte posterior de las extremidades inferiores. 

- Sangrado cerca del lugar de la punción o en el espacio epidural. 

Se puede llevar a cabo tanto en un ambulatorio como en un hospital, en los cuales los médicos le deben explicar al paciente los posibles riesgos y malestares que pueden darse a lo largo del procedimiento. 

La posición del paciente es muy importante en este procedimiento. Normalmente, el paciente se sienta en una superficie estable inclinado hacia delante casi en su totalidad, con las rodillas flexionadas hacia el pecho. Esta posición, facilita la punción ya que provoca que se amplíen los espacios entre las vértebras lumbares. 

La zona será lavada previamente con antiséptico y se cubrirá la zona con una sábana estéril. Inyectaremos una anestesia lumbar en la zona para aliviar el dolor del procedimiento. Luego, introduciremos una aguja fina y hueca que atravesará la membrana que recubre la médula espinal y entrará en el conducto vertebral. Una vez se encuentre la aguja en el lugar deseado, extraeremos la cantidad necesaria de líquido cefalorraquídeo. Al terminar, el sitio de incisión se tapará para evitar la entrada de microorganismos patógenos. 

El procedimiento completo tendrá un tiempo aproximado de media hora. 






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