El lavado gástrico, la rutina de las fiestas.


¿Qué tal vuestro sábado?

Yo triste por ver cómo sale todo el mundo menos yo que tengo que estudiar 😭. Cómo es día de fiesta, supongo que habrá como siempre, alguno que otro que en tras la gran noche, necesite un lavado gástrico. 

Se trata de una técnica que consiste en vaciar todo lo que contenga el estómago, con el objetivo de evitar que se llegue a absorber en el intestino. 

Para eso, debemos introducir una sonda por vía nasal u oral, que pasará por el esófago hasta llegar al estómago. Este instrumento nos va a permitir aspirar todo el contenido gástrico e introducir agua para dejarlo bien limpio. Por ello, suele hacerse ante casos o sospecha de intoxicaciones de cualquier tipo. 

Aunque se trata de un técnica muy sencilla, puede llegar a ser la única opción de salvar la vida de muchas personas, ya que es rápida y muy eficaz. 

El lavado gástrico se hace ante situaciones tales como: 

- Eliminación de sustancias tóxicas o venenosas ingeridas. 

- Sobredosis (voluntaria o involuntaria). 

- Limpieza como preparación para una gastroscopia.

- Descomprimir el estómago ante una obstrucción intestinal. 

- Obtención de jugos gástricos para su análisis. 

Cabe decir que esta técnica puede tener ciertas complicaciones, entre las que destacan: 

- Existencia de obstrucciones que no nos permitan introducir la sonda. 

- Vómitos incontrolables.

- Nerviosismo extremo del paciente que le impida soportar la sonda durante unos minutos. 

Para llevar a cabo este procedimiento, primero se sedará levemente al paciente para reducir las molestias que se pueden producir durante el proceso. Luego, se introducirá la sonda, teniendo mucho cuidados de que esta pase por vía gástrica y no respiratoria, comprobando su situación inyectando un bolo de aire que se podrá auscultar en el epigastrio.

Una vez en su sitio, procederemos a aspirar contenido gástrico, que almacenaremos en una bolsa conectada a la sonda. En caso de tener que succionar todo el contenido del estómago, tendremos que introducir primero suero salino con una jeringa.

En ocasiones incluso se introducen sustancias como el carbón activo para neutralizar cualquier tipo de tóxico que el paciente haya ingerido. 

Al finalizar el lavado, es recomendable dejar la sonda colocada hasta estar seguros que no va a ser necesario hacer más lavados. 

En general, se suele tener al individuo en observación durante al menos unas horas, para comprobar que no se producen complicaciones. 

La mayoría de las complicaciones que se producen como consecuencia del lavado gástrico son: 

- Sangrado a causa del rasgado de la pared del tubo digestivo tras el paso de la sonda. 

- Espasmo reactivo de las cuerdas vocales. 

- Problemas por la sedación. 

-  Paso de contenido gástrico al intestino delgado. 

- Náuseas. 

- Dolor de garganta al tragar. 

Aquí os dejo un vídeo que explica la técnica minuciosamente: 

https://www.youtube.com/watch?v=kjvOm_ZhI3U

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