Despedida en planta!
Queridos míos, ¿como estáis? ¿Con ganas de finde?
La entrada de hoy no va a estar tan orientada a la enfermería en cuanto a cuidados o enfermedades, si no a las emociones y sentimientos de las prácticas.
Hoy ha sido mi último día en prácticas y los sentimientos han estado a flor de piel durante todo el día.
A las 15:00 tanto mis dos compañeras como yo nos disponíamos a conocer quien era la última enfermera titular en nuestras primeras prácticas. Realmente nos daba igual con quien nos tocase, el buen rollismo que hay en esta planta es maravilloso.
Como todos los días, lo primero que hice fue ir tomando constantes a los pacientes, es decir, tensión arterial, temperatura, pulsaciones y respiración. Era consciente de que sería la última toma de constantes, salvo alguna urgencia, y lo fui haciendo con mas cariño y fijándome en la expresión de cada uno de los pacientes. Muchos de ellos me habían estado acompañando durante todo el mes y espero que pronto reciban el alta; otros no llevaban ahí desde el principio pero es inevitable cogerles cariño.
A algunos de los pacientes les comentaba que era el último día de prácticas y algunos me agradecían el trato que habían recibido de mi parte. Otros me deseaban que me fuese todo bien y que ojalá nos viésemos en algún futuro, pero fuera del hospital jajaja
Ojalá ellos fuesen conscientes del cariño que muestran a los enfermeros, de la paciencia que mucas veces tienen pero sobre todo de lo mucho que aprendemos de ellos. Esto es lo que realmente me gusta de mi profesión, el trato directo con el paciente y poder empatizar con ellos.
Tras el reparto de medicación, purgar sueros y algún que otro papeleo, los enfermeros y enfermeras nos dejaron ir al descanso. Pero hoy el descanso merecía pasarlo con ellos y agradecerles el entusiasmo que habían mostrado en enseñarnos.
Gracias a ellos hemos teniendo un maravilloso primer contacto con la enfermería práctica, con el hospital. Nos han enseñado, corregido y ayudado a llevar de la mejor manera las primeras prácticas. Hemos compartido algún que otro secreto y también han sido una vía de escape para olvidarnos un poco del agobio de estudiar.
A las 20:00 comenzamos el último reparto de medicación y me despedí de cada paciente con un abrazo agradeciéndoles la paciencia que habían tenido conmigo, ya que algunas veces no les cogía la vía a la primera y ellos jamás se han quejado.
Al finalizar, nos hemos abrazado todos los enfermeros y nos sacamos una foto para el recuerdo, agradeciéndonos unos a los otros el trabajo,esfuerzo y sobre todo la experiencia!
Por último, recogimos todas nuestras pertenencias de los vestuarios y nos fuimos de nuestro querido Hospital Clínico, al que espero regresar pronto!
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