¿ Triste o contento ?

¡Feliz miércoles enfermeritos!

Hoy ha ingresado en planta un chico que sufre un trastorno de bipolaridad.

Esta, es una enfermedad mental que se da cuando una persona sufre cambios muy bruscos en su estado de ánimo, en ocasiones  en períodos de tiempo cortos.

Dicho trastorno, empieza a manifestarse entre los 15 y los 25 años y se cree que puede ser hereditaria.

 Sin embargo, no se sabe qué es lo que lo causa. Aun así, hay una serie de factores que se cree que la inducen:

-      -     Fármacos: tales como antidepresivos o esteroides

-      -    Épocas de insomnio

-      -    Consumo de drogas psicoactivas

La duración de la fase bipolar, puede ser variable, desde unos días hasta unos cuantos meses. Algunos de los síntomas más relevantes que nos pueden indicar su presencia son:

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        -    Entretenimiento fácil

-     -    Excesiva participación en actividades

-     -    Insomnio acompañado de la ausencia de necesidad de dormir

-    -    Ausencia de autocontrol en varios aspectos: beber, consumo de drogas, apostar o gastar sin control.

Debemos de tener en cuenta, que las personas que padecen este trastorno, están considerados de alto riesgo de suicidarse, adentrarse en el alcoholismo o incluso, en la drogadicción.

Para diagnosticar la bipolaridad, se deben llevar a cabo ciertas pruebas y exámenes como: antecedentes familiares, cambios de ánimo recientes y su duración, examen físico y neurológico, solicitud de pruebas analíticas para detectar enfermedades concretas, ingesta de medicamentos y, sobre todo, control de su actitud y estado de ánimo durante un tiempo.

El tratamiento que se llevará a cabo, va a estar enfocado a evitar o retardar los episodios bipolares, a fomentar un buen autocuidado y calidad de vida en el domicilio y a prevenir la autoagresión y el suicidio.

Lo más importante de este tratamiento es la medicación. En la mayoría de los casos, los primeros fármacos que se le administran a la persona afectada, son los estabilizadores del estado de ánimo con los que se evitan los altibajos en su estado anímico y físico.

Es recomendable que los familiares ayuden al paciente con la medicación, ya que así se asegura de tomar la dosis adecuada a la hora indicada.

Si no funcionan estos fármacos, se le va a tener que dar antipsicóticos o  antidepresivos.

El hecho de unirse a un grupo de apoyo o un terapeuta mental, también puede ser una gran idea para mejorar de forma considerable, contando con la compañía de los familiares o de los más cercanos.

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